Tratamiento natural anti-acné

¿Tus glándulas cebaceas te hacen sufrir? ¿Tienes piel grasosa?
Aunque la piel grasosa muestra menos señales de envejecimiento que la piel seca, tiene una apariencia brillosa, poros grandes, espinillas y/o puntos negros que a nadie se le ven bien.

Tu piel puede secretar más grasa de la normal debido a los siguientes factores:

1. Genética
2. Hormonas
3. Contaminación en el ambiente
4. Radicales Libres

Por ejemplo, si estás parada en una esquina y pasa un camión de diesel dejándote entre una nube de humo, entonces es posible que te expongas a más contaminación en un minuto de lo que tus abuelos pudieron recibir en toda su vida. Estos radicales libres están en el aire debido al humo, aviones, procesos industriales, etc.

Estos radicales libres bloquean los poros lo cual estimula a los piel a producir más aceite.
Lo más importante que puedes hacer para combatir la piel grasosa es mantener la cara limpia y protegida. Debes tener cuidado al utilizar limpiadores muy agresivos pues es totalmente contraproducente: mientras más corrosivo y “secante” sea tu producto, tu piel trabajará más reponiendo la grasa que estás tratando de eliminar.

• El cuidado en la piel grasa requiere de la misma rutina que cualqueir tipo de piel:

Limpiar
Tonificar
Humectar

Además, la exfoliación y mascarillas eventuales pueden hacer maravillas absorbiendo el exceso de grasa y refrescando la piel. Estas son unas recetas para mascarillas especialmente diseñadas para piel grasosa:

* Mascarilla de Barro

2 cucharaditas de barro
4 o 5 cucharaditas de agua de rosas para hacer una pasta
1 cápsula de vitamina E

Mezcla todos los ingredientes hasta formar una pasta y aplícala en el rostro. Déjala 10 minutos y enjuaga con agua tibia. Aplica tonificante e hidratante libre de aceite.

* Mascarilla de Pepino

½ pepino
1 clara de huevo
1 cucharada de jugo de limón
1 cucharadita de menta

Haz un puré con todos los ingredientes en la licuadora y refrigera por 10 minutos. Aplica la mezcla en tu cara limpia y deja actuar por 15 minutos. Enjuaga con agua tibia primero y con fría después. Continúa con tu loción tonificante y loción hidratante libre de aceite para terminar.