Cómo vencer la timidez

Esta técnica ha sido usada exitosamente por miles. Es gratis, simple y efectiva. No dejes que pase otro día en el que sigas cargando el inútil peso de la timidez. Déjala ir y te liberarás para siempre.

Superar la angustia social de la timidez es básico para quien quiera obtener un lugar bajo el sol. Para tener éxito, la interacción social es escncial. No sólo es esencial, sino que algunos hasta pueden decir que el nivel de éxito personal es directamente proporcional a la habilidad de socializar, algo que es muy difícil de hacer para una persona tímida.

La timidez se aprende, no se hereda. No nacemos siendo tímidos, sino que lo aprendemos. La timidez es resultado de algunos desafortunados incidentes en los que la persona fue ridiculizada o la hicieron sentir inferior en alguna ocasión. Estas experiencias pueden ser demasiado dolorosas dejando una cicatriz creando la desventaja de la timidez.

Afortunadamente, esta cicatriz que produce la timidez puede ser eliminada efectivamente utilizando el mismo elemento que la causo en un principio. Ese elemento es el miedo a que pueda aparecer nuevamente el dolor causado por la exposición al ridículo o a que otras personas nos hagan sentir inferior.

Ese miedo al rechazo y la subsecuente cicatriz que queda se mantiene viva porque no se le permite arder. Nada puede vivir por mucho tiempo en el vacío. Adoptando la idea de no ofrecer resistencia hará que la cicatriz simplemente se disipe y desaparezca.

En otras palabras, aceptando el hecho de la existencia del miedo al rechazo y no peleando contra él, éste simplemente se evaporará. A todo lo que no se le da un significado deja de existir. Algo que no es alimentado desaparece.

La timidez es un concepto y no una realidad física. No es un defecto personal, es algo que inconscientemente hemos creado y que inconscientemente mantenemos vivo. Se mantiene con vida por el interés y la importancia que le damos, al quitarle estos dos factores dejará de existir.

Otro problema fomentado por la timidez es que socava la confianza en uno mismo. Y vamos a ser muy claros aquí; contrario a la creencia popular, la falta de confianza en uno mismo es causa de la timidez pero la falta de confianza no causa la timidez.

La auto-confianza es el sentimiento de que somos importantes, valemos y somos alguien especial. Ahora, si la timidez nos impide expresar estos sentimientos, ¿cómo pueden existir? no pueden. Como no pueden, el vacío dejado en la ausencia de la auto-confianza será ocupado por inseguridad, sentimientos de inferioridad e insuficiencia.

Es un círculo vicioso. La timidez que inconscientemente hemos creado destruye la confianza en nosotros mismos y en un proceso autodestructivo. Más timidez y menos auto-confianza; después menos auto-confianza y más timidez. Es un ciclo que debe ser destruido.

La forma de eliminar la timidez es muy sencilla. Sólo acepta el hecho de que existe y de que está bien que exista. No la rechaces, no luches contra ella. Sigue la corriente, déjala ser y pronto se disipará y desaparecerá.

La timidez no es un pecado capital, no es algo de lo que tengas que avergonzarte. Es un exceso de equipaje que inconscientemente recogiste. Ahora es tiempo de dejarlo y dejarlo ser. Si encuentras los medios para hacerlo, nunca más te molestará ni desequilibrará.